Ya no fue lo mismo el ataque de Racing. Cuando estaba parecía que sus impertinencias y su inconducta atentaban contra el gran futbolista que es pero su ida mostro, a las claras, lo importante que era.
Racing no fue lo mismo en ataque, sin el y sin Fariña, por eso se produjo la vuelta esperada de Ricardo Centurión.
Llega de Genoa de Italia donde casi no jugo pero fue el lugar donde, según manifiesta el atacante, logró encontrar sosiego y maduración tanto profesional como humana.
Su llegada a la Primera División fue acompañada con algunos escándalos en donde se lo vió exhibiendo armas en las redes sociales y también evidenció reiterados comportamientos indebidos.
Ante la ausencia de dirigentes con caudillaje para "manejar" estas situaciones y lograr "encarrilar" a estos juveniles "revoltosos", se resolvió venderlo.
Su partida fue con cruces de insultos con hinchas de Racing, vía twitter, lo que muchos aún no olvida y lo que hará que este bajo el "microscopio" del simpatizante tribunero.
Alejandose de estas cuestiones extra deportivas es un futbolista de los que ya no hay. Con potrero,con desfachatez, con desequilibrio y con la posibilidad de generar preocupación mayor en los rivales.
Ricardo Centurión regresa al club que lo vio nacer con todas las cualidades intactas y con un gran interrogante ¿podrá vencer sus comportamientos equivocados?.
Si logró "madurar" como el asegura, será una joya que le dará a "La Academia" muchas alegrías.
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